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martes, 23 de junio de 2009

IGLESIA CRISTIANA ESENIA

Cuando una persona llama a Dios “Allah“, entonces se está enfocando en un aspecto de la diversidad de Dios. Este aspecto no puede ser peor o mejor que cuando dice “Yahvé” o “Adonai”, refiriéndose a otros aspectos de Dios... El problema que tenemos los seres humanos es que queremos reducir a Dios a algo concebible para nosotros. Pero Dios es inconcebible, no nos lo podemos imaginar, pero lo podemos experimentar en todo lo que existe. Ésta es nuestra fe. Una fe, que muchos no entienden, porque Dios se vuelve para ellos de repente tan grande, tan inexperimentable, que empiezan a tener miedo de Él.

Nosotros, como iglesia interreligiosa, nos hemos puesto el objetivo de enseñar a las personas que sólo existe un único Dios.

Cada uno debe conservar y venerar el aspecto de Él que considera importante para si mismo, pero debe respetar igualmente los aspectos que los otros veneran. Con nuestro ofrecimiento de misa interreligiosa, intentamos reunir de nuevo a las personas en una única mesa para que así compartamos todos la experiencia de la veneración a Dios de forma conjunta.

Cada persona respeta a Dios de una manera concreta. Y esta manera es perfecta. Con cada paso con el que acercamos el hombre a Dios, los seres humanos se unen un poco más como una verdadera familia.”

Pax Immanuel II



Nuestro Padre es Dios
Nuestra Madre la Tierra
Jesús, el Cristo,
María, la Reina de los Ángeles
Los Ángeles, nuestras hermanas y hermanos
Los Apóstoles, los pilares de nuestra iglesia.




Nuestra fe se basa en la comprensión fundamental
de que Dios es nuestro Padre amoroso.


La familia de la humanidad

Dios ha creado a todos los seres humanos como sus hijos, sin excepción alguna. Por lo tanto, cada persona, independientemente de la religión a la que pertenece, es mi hermana, mi hermano. Y, como Padre amoroso, Dios desea que sus hijos se amen y respeten mutuamente. Nosotros formamos parte de la gran familia de la humanidad, de la cual nadie queda excluido. Las guerras, asesinatos, discriminación, sean “en nombre de Dios” o por otros motivos, lo entendemos claramente como algo contrario a la voluntad del Padre.

Libertad

“La Libertad de cada uno es el mayor bien. Esta libertad termina allí donde limita la libertad del otro.” Este lema lo definió nuestro superior de la iglesia, PAX Immanuel II, con apenas 16 años, como lema fundamental de su vida. Dios nos dio a los hombres la libertad y el libre albedrío. La tarea de una religión debería ser siempre no limitarla, sino fomentarla y volverla consciente. Por esa razón tenemos en cuenta a cada persona como individuo autodeterminado. De esta forma, la Iglesia Cristiana Esenia no conoce la pertenencia a ella como miembro a través de una afiliación obligatoria o rituales obligatorios, sino únicamente a través del sentimiento de sentirse parte de ella en el corazón. Nuestros sacerdotes, obispos y cardenales son mujeres y hombres, la mayoría de los y las cuales están viviendo en pareja y tienen una vida familiar.

Sin pecado

Las investigaciones han demostrado que los pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento que describen a Dios como vengador y castigador y al hombre como culpable y pecador se están basando en interpretaciones erróneas. ¿Quién podría imaginarse a un padre amoroso que concediera a sus hijos dones y libertades, para luego, si los utilizan, convertirlos en culpables y castigarlos? ¡Nosotros no!

Nosotros entendemos a cada persona como un ser amado por Dios y por lo tanto, en su unicidad, como una expresión perfecta de un aspecto de Dios. El pecado y el infierno son construcciones humanas que surgen cuando permitimos que nuestro espíritu ilimitado y nuestro corazón infinitamente abierto que Dios nos regaló, queden limitados por el miedo. Nosotros queremos invitarles a dejar este miedo atrás.

Los cinco principios de Dios

Nosotros entendemos que el Amor es la fuerza más grande del universo y finalmente el único camino para ser una parte del Cristo, de alcanzar la perfección y de volver a Dios. A través de la Fe logramos tener la comprensión de que vivimos para aprender y seguir evolucionando, lo cual significa que ya hemos dado nuestro consentimiento para todos los procesos de aprendizaje que hemos elegido nosotros mismos. El camino hacia la Pureza interior pasa por la comprensión hacia todas las demás personas. Únicamente a través de la Confianza absoluta en Dios podemos ser lo que somos realmente: Partes de Dios. A través de la Aceptación reconocemos que somos todos iguales y que tenemos todos el mismo origen en Dios.

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