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domingo, 2 de noviembre de 2008

LA IGLESIA OCTOGONAL IIº

LA IGLESIA OCTOGONAL DE TORRES DEL RÍO: ¿CENTRO DE INICIACIÓN TEMPLARIA? ll

Carmen Pugliese

La Torre

Amén de la linterna, otro elemento arquitectónico que atrae la atención es la torre, que se alza al lado oeste del edificio. ¿Cuál su función? Seguramente no servía solo para subir a encender el fuego: su destino con fines defensivos se excluye enseguida por las mismas razones que no permiten a la Linterna ser faro y el acceso al techado hubiera podido solucionarse utilizando una elemental rampa de madera cuando fuese necesario, sin tener que construir una compleja escalera de caracol en piedra. Se accede a la escalera por una exigua apertura protegida actualmente por una reja, justo enfrente al altar. Subiendo los peldaños triangulares, otra particularidad interesante que estimula a buscar respuestas es constituida por los tres nichos que se abren a cada vuelta de la espiral: él del primer nivel es el más sencillo, casi tosco.

El segundo presenta una mayor decoración, y luce una pequeña y esbelta columna y en el ultimo donde hay espacio suficiente para dos personas, apreciamos un minúsculo capitel con piñas, símbolo de inmortalidad. Puede tomar terreno la hipótesis de la permanencia de los nuevos adeptos por tres días y tres noches en la torre, a cada uno de los niveles, (así como el Cristo estuvo tres días y tres noches en el Sepulcro antes de su Resurrección), subiendo hasta el ultimo, cercano a la Linterna donde se encendía el fuego, cuya luz anunciaba la “muerte iniciática” del discípulo. La primera noche transcurría en la oquedad más baja, como una semilla en el silencio y la oscuridad, los ritmos vitales reducidos al mínimo, para luego seguir subiendo al nivel sucesivo, envueltos por el sarcófago de piedra, y continuar la incubación reviviendo el proceso de gestación de todos los seres que se preparan a la vida. Las dimensiones de los dos primeros nichos propician una postura encogida, casi fetal para el neófito que, alcanzada la última meta de su estancia termina en la cámara iniciatica que le acerca a la Luz.

Se cumple el re-birthing, él volver a nacer a una nueva Vida. Entrando como nuevo miembro en la Orden, el discípulo avanzaba en su Camino grálico y adquiría, entre otras cosas, el Conocimiento superior, la Sabiduría, el Equilibrio que se basa sobre el discernimiento entre los Opuestos, la luz y las tinieblas, el divino y lo terrenal, sobre el entendimiento de la imposibilidad de existencia del uno sin el otro y de la inexistencia de una clara línea de demarcación entre los dos. El Tao. La compenetración del yin y del yang para interpretar al Universo y alcanzar el Conocimiento que lleva más allá del bien y del mal y que no está, ni puede estar, al alcance de todos.

Las Columnas

Los dos capiteles situados a lado del altar expresan magníficamente este concepto de la Dualidad, tan caro a los Templarios y a los alquimistas. En él de la izquierda destaca una admirable Deposición de la Cruz: Entre las figuras que componen la escena, se puede apreciar una mujer apoyando la mano en la mejilla, en la postura de aflicción típica de la iconografía bizantina, casi seguramente la Virgen Dolorosa, e individuamos supuestamente entre los hombres, que parecen “tirar” del Cuerpo del Salvador como para quedarse con una chispa de Divinidad, Nicodemo y José de Arimatea, él que lleva la copa, el sagrado Grial, para recoger la sangre real del Cristo, aquí representado efectivamente con corona regia, (la misma que refulge en la cabeza del magnífico Crucificado en madera, único adorno del ábside) y la escrita IHS (Iesus Hombre Santo) en vez del tradicional INRI. En Ponferrada, otro importante enclave templario en el Camino de Santiago, se puede admirar una talla muy parecida a la torresana. En el capitel de la derecha los Ángeles del Señor aparecen a unas mujeres, las tres Marías que se acercan al Sepulcro de piedra encontrándolo ya vacío y con la lápida levantada.

Dos de las mujeres llevan en las manos sendas copas, quizás con los ungüentos. Las copas, símbolo del Conocimiento y del Saber aparecen llevadas por un hombre y por unas mujeres, por manos femeninas y manos masculinas, coronando las dos columnas, ¿Jakin y Boas del templo de Jerusalén?, que sujetan el velo del Conocimiento y que en el Tarot se representan a lado de la Gran Sacerdotisa. Para comprender y penetrar la realidad, hay que contar con nuestra parte “femenina”, yin, (la intuición, la sensibilidad, la emotividad) y con la parte “masculina”, yang (la lógica, la razón, la coherencia), hay que activar el hemisferio derecho e izquierdo de nuestro cerebro. Los mismos ordenadores, expresión contemporánea del conocimiento y de la comunicación, fundamentan todo su sistema de funcionamiento sobre el 0 y el 1.

Torres del Río y Eunate Observamos, y no parece ser resultado de casualidad, que existe una cierta complementariedad entre las dos iglesias octogonales navarras. Ambas evidencian planta octogonal, pero en Eunate el octógono es irregular, mientras que el polígono que diseña la base de la Iglesia de Torres es casi perfecto. Solo una puerta da acceso al Santo Sepulcro y está situada al sur, el lado de la luz: Eunate tiene dos puertas: Actualmente entramos por el oeste, más la portada principal, que presenta el celebre arco simétrico al de la cercana iglesia de Olcoz, se abre hacía el norte, la parte más oscura y fría, donde es muy poco frecuente encontrar entradas, y menos en templos románicos de dimensiones reducidas.

El cuerpo del templete de Torres es decididamente recogido, compacto y se eleva con armonía hacía arriba. La total apertura de sus “cien puertas” caracteriza el volumen estructural de Eunate, cuyo desarrollo arquitectónico es esencialmente horizontal. La Virgen de Santa María de Eunate es el objeto de devoción en una y el Cristo del Santo Sepulcro se venera desde poco después de su inauguración en la otra. Características señaladamente “femeninas” y “masculinas”, (yin e yang) marcan el perfil de estos dos singulares edificios sagrados, diferenciándolos en su semejanza.

¿Nos encontramos tal vez con la alusión a un templo solar y un templo lunar?

2 comentarios:

pedro dijo...

Muy interesante tu opinión, y muy acertada tu apreciación sobre la función de la linterna como faro de peregrinos; lo mismo dicen algunos de Eunate. Pero, por lo que se, la torre del Sto. Sepulcro de Torres se construyó mas tarde que la iglesia, por lo que algunas de las cosa que dices sobre ella no tendrían mucho sentido ¿O sí?
Soy de Iruña / Pamplona, y hace algún tiempo me dio la "pedrada" con Eunate y, por proximidad, con Torres. ¿Hasa estudiado algo sobre Eunate?
Un saludo. Pedro.

playadetauro dijo...

Hola pedro, gracias por tu respuesta a mi blog.-
Yo viví en Iruña, y también estudié las iglesias octogonales, por donde quiera que he ido, no obstante el post viene de a Ilustrisima Carmen Pugliese.-

Si te interesa el tema, puedes inscribirte en http://templarios.ning.com/

Es un sitio serio, y si eres un buscador y librepensador, estaremos encantados de tus aportes.-
Gracias de Nuevo y un Gran Saludo.
Estudiaremos concienzudamente, lo que me comentas.-
Saludos de Paz