La Psiquis humana esta compuesta de dos grandes estructuras: LA CONCIENCIA y todo cuanto ella abarca (experiencias, vivencias, etc.) y lo INCONSCIENTE.
Este sector inconsciente esta formado por elementos adquiridos, no solamente en la existencia individual, sino que contienen aspectos que desbordan lo personal y que es llamado INCONSCIENTE COLECTIVO DEL HOMBRE.
La estructura inconsciente contiene elementos llamados símbolos que sintetizan aspectos que van más allá del alcance del entendimiento humano, es decir, representan conceptos que no podemos definir o comprender del todo.
Un símbolo es la imagen o figura con que se representa una idea, un concepto, una formula o un proceso.
Generalmente el símbolo interpretado de forma sencilla manifiesta un significado más profundo, de manera que teniendo semejanza con cosas fácilmente comprensibles por su uso cotidiano, despierta en nosotros nociones espirituales trascendentales.
Estos símbolos que conforman el inconsciente colectivo encierran una alta gama de conocimientos, los cuales se encuentran dormidos en nuestro inconsciente y que al combinarse entre ellos representan los procesos que se efectúan no solo en el universo sino en nuestro interior.
Ellos representan la manifestación visible de una idea profunda que se expresa por medio de un lenguaje oculto en un nivel sensible de nuestra mente, haciéndose apto para la comprensión de su mensaje a través de una especie de código que solo es accesible para quienes se adentran en el mundo iniciático.
Los símbolos nos comunican ideas que necesitarían extensas descripciones a través de la palabra, y aunque éstos se muestren pasivos, se dinamizan cuando entran en contacto con quienes los perciben y trabajan con ellos.
Entre las figuras simbólicas principales se encuentran las siguientes:
• El PUNTO: Representa el alma y lo que en el infinito se expande.
• El CÍRCULO: Representa lo que da forma y limita la expansión.
• La CRUZ: Representa la materia que obra.
• El ÁRBOL: Como símbolo proyecta en sus raíces el mundo terrenal, la copa el mundo celestial y el tronco el vínculo entre ambos mundos. Es un símbolo de unión de los opuestos y representa el camino hacia los que es eterno e invisible.
• El MÁNDALA: Es una imagen arquetípica que surge del Inconsciente hacia el mundo exterior y su contemplación genera paz interior y permite comprender que la vida ha encontrado su significancia y orden. Representa un símbolo de armonización psíquica natural.
• Las RUNAS: Son un lenguaje sagrado. Son formas geométricas que sintetizan las formas de la creación; son elementos fijos de una naturaleza inmutable. A través de ellas el hombre aborda el mundo de la leyes y principios universales, la historia de la Tierra y de sus transformaciones, la historia del hombre, revelando las causas reales de la evolución, la historia del alma humana y las fuerzas naturales y divinas actuando en él. Representan las energías creadoras del poder espiritual que vive dentro del hombre.
• Los NÚMEROS: Son símbolos representativos de los principios eternos que rigen el proceso de la creación. Cada número representa una fuerza que se activa al ponerse en contacto con nuestro pensamiento. Ellos están íntimamente relacionados con la conciencia del hombre marcando la pauta de nuestro plano mental.
• Los COLORES: Representan un medio para alcanzar estados superiores de conciencia, permiten abrir la puerta del astral por lo que el iniciado al entrar en él, experimenta no solamente las riquezas y flaquezas de su propia mente, sino que también puede tener acceso al inconsciente colectivo conocido como Anima Mundi.
En síntesis, los símbolos tienen un carácter universal y sagrado.
Ellos tocan el proceso de perfeccionamiento del hombre, es decir, no solamente representan un discurso sagrado de enseñanza espiritual, sino también una vía mística para el alcance de la trascendencia y la transmutación.
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