BLOG PRINCIPAL

Buscar este blog

lunes, 24 de agosto de 2009

La esencia de la meditación es prestarle toda tu atención a tu palabra

La esencia de la meditación es prestarle toda tu atención a tu palabra. John Main siempre
recalcaba: ”Solo repite tu palabra”. Eso es todo lo que se necesita. Pero como bien sabes,
la mente continúa distrayéndose con fantasías, preocupándose o planeando. De ahí la
importancia de nuestra palabra, nuestro auxilio para mantenernos concentrados en un
punto.

Existe una historia hindú que ilustra la utilidad de las ayudas para mantenernos
Los elefantes no son tan pacíficos, sabios y educados como se los pinta. Si no se los
controla caminarán por cualquier lado, tirando todo a su paso. Cada vez que les sea posible
recogerán lo que puedan con su trompa traviesa – bananas, mangos, cualquier cosa que
los tiente, de los puestos a lo largo del camino.

Los mahouts, los que entrenan a los elefantes, son muy concientes de ello y cuando tienen
que llevar a un elefante por las calles atestadas de gente en una procesión religiosa o un
casamiento, tienen dos maneras de controlarlo. Primero lo visten de manera especial con
adornos y un asiento sobre su lomo, haciéndolo sentir importante. Esto fomenta que el
elefante camine de modo cuidadoso y medido. Luego le dan a su traviesa trompa un palito y
así el elefante lo lleva orgullosamente y no se tienta de levantar ningún sabroso bocado.

En realidad nuestra mente es como este elefante: si como el mahout le decimos a nuestra
mente que estamos haciendo algo muy importante y le damos algo que sostener, como un
mantra, hacemos posible lo aparentemente imposible. Si aceptamos la naturaleza
caprichosa de nuestra mente y desarrollamos estrategias para manejarla y no nos
irritamos ni nos enojamos, ella tampoco se ve tan tentada a seguir sus propias
inclinaciones y fantasías y está menos predispuesta a alejarse.

La atención y la oración están indefectiblemente ligados: “Cuando la atención busca a la
oración la encuentra. Ya que si hay algo que progresa en el tren de la atención esa es la
oración, y entonces debe ser cultivada” (Evagrius).

En el evangelio de Marcos (13:33-37) Jesús nos dice: “Estén prevenidos, estén despiertos.
Ustedes no saben cuando se aproxima el momento.” No sabemos en que etapa de nuestra
meditación el espíritu tomará el control y nos guiará dentro de la corriente de amor entre
Cristo y nuestro Creador. Pero no seremos concientes de sus indicaciones, si aún estamos
atrapados en nuestros pensamientos, sin estar concentrados en repetir nuestra palabra
oración con amorosa confianza, sin ninguna expectativa: “Vuestro Padre conoce vuestras
necesidades antes que las formules”.

Debemos recuperar la belleza del amor y de la confianza incondicional de los niños y su
maravillosa habilidad de quedar completamente absortos en cualquier cosa que estén
haciendo. “Y yo les digo: a menos cambien o se hagan como niños, nunca entrarán al Reino
de los Cielos.” (Mateo 18:1-4). Necesitamos quedar completamente absortos en nuestra
palabra para que seamos llevados a la Presencia Divina.




MARANATHA!!!

No hay comentarios: