Ocaso
La noche del 14 de octubre de 1307 Felipe el Hermoso hizo arrestar a los templarios de su reino. Acusados de herejía (se les acusa de adorar aun dios denominado Baphomet, aparte de su relación con la secta de los Hassasin en Alamut), sodomía, confesión comunitaria , escupir el crucifijo y otros argumentos de indudable efecto popular, elegidos hábilmente por Nogaret, el instrumentador legal, los nobles caballeros debieron sufrir lo indecible en cárceles pestilentes, frías, oscuras, hostiles hasta el destino final: la hoguera.
La "justicia" de la Inquisición estuvo a cargo de los dominicos, sus enemigos. ya conocidos por otra parte. Las confesiones fueron compradas o arrancadas bajo tortura. En este punto de los hechos desde diversos ángulos se disparaba sobre los templarios. Cada uno trataba de obtener su parte del botín. Si bien Felipe quería los bienes de la Orden, la Inquisición quería la Orden misma. El clero secular, la Orden de los Caballeros de San Juan, el propio Papa, el mísero alcalde de aldea, todos como buitres hambrientos apuraban el trámite para tratar de conseguir algún bien del Temple, algún despojo, por pequeño que fuera.
No obstante el más despechado había sido el propio Felipe que encabezó los allanamientos a la casa del Temple en París, depósito principal de los tesoros, sin encontrar más que papeles y objetos sin valor, aunque pudo rescatar sus propios pagarés. Siempre se murmuró que noches antes partieron tres enormes carretas de heno, tal vez salvando el verdadero tesoro. El 18 de marzo de 1311, el último Gran Maestre, Jaques de Molay, analfabeto, virilmente, prefirió el fuego a la cadena perpetua. Godofredo de Charnay lo siguió. Según relatos "el Gran Maestre en cuanto vio el fuego preparado se desnudó sin titubear... pero dijo a los verdugos: por lo menos dejadme juntar un poco las manos para elevar mi plegaria a Dios..., ya que voy a morir, sabe Dios, injustamente. Pronto caerá la desgracia sobre quienes nos condenan inicuamente. Dios vengará nuestra muerte, con esta convicción muero. La muerte lo tomó tan dulcemente que fue motivo de admiración para los presentes ".
La ultima vez que se tiene constancia de los Templarios es en la Batalla de Bannockburn; donde expertos afirman que se le dio este nombre debido a la traducción de “burn”, quemado,; ya que numerosos dibujos de la época muestran a a Templarios conducidos a la hoguera sin pies y quemados. Por otra parte, el Papa moría alrededor de un mes después por un atracón de higos y el rey lo hacía ocho meses más tarde, paralítico por una caída de caballo. Ese mismo año Nogaret, autor del trabajo sucio, también moría misteriosamente. Los denunciantes que pusieron en marcha el proceso les siguieron, apuñalados o ahorcados. En 1328 ya no reinaba en Francia descendiente alguno de Felipe el Hermoso.
Y después llegaron las guerras, el hambre y la peste; el galope sombrío de los jinetes del Apocalipsis. Se cuenta que cuando la cabeza de Luis XVI rodó, de la multitud salió el grito: - Jaques de Molay, por fin has sido vengado!! Es que se decía que Felipe había reencarnado en Luis XVI.
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