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miércoles, 14 de enero de 2009

LA CABALLERIA ESPIRITUAL Y LOS CENTROS SAGRADOS 2º

Esta purificación del ser es el sello del "Hombre Perfecto", en el sufismo esta nobleza conduce a la apertura del "corazón" espiritual, según el gran maestro sufí Rumí "El corazón físico posee un alma inmaterial (yân-e-rûhânî ) que, cuando está purificado e iluminado por el amor, produce otro corazón, es decir, el órgano espiritual que percibe lo invisible. El suwaydâ es el lugar de la revelación mística y del conocimiento divino (´ilm-é-ladonnî ) Dios ha depositado en este cofre la joya que nadie más en el universo puede contener" (Matnawi, I, 1016).

Históricamente nos tenemos que remontar hasta el califa abasida Al Nasir li Din Allah (m.620/1233) para encontrar el origen más significativo del establecimiento de una filiación iniciática de la Futuwah. Este califa recibe la investidura de manos de uno de los grandes representantes de Bagda: Al Shayj ´Abd al Yabbar y recurre al célebre sufí Omar Suhrawardi para que constituya socialmente la caballería, escribiendo los tratados sobre la Futuwah, al mismo tiempo que organiza la institución iniciática. Este hecho nos recuerda el papel de San Bernardo con respecto a la Orden del Temple.

La Futuwah pretendía ser un instrumento de educación y de iniciación espiritual; en el plano temporal y en el espiritual, era un medio de movilizar a los diferentes medios sociales hacia los valores espirituales del Islam. El Califa Al Nasir quiso extender la iniciación más allá de los limites de su Imperio iniciando al soberano Saldyukid de Anatolia, Kayka´us. A petición de Al Nasir su último descendiente Kayqubad Iº también fue iniciado por Suhrawardi. Este linaje caballeresco y aristocrático de Futuwah sobrevivió durante algún tiempo en Egipto bajo los Mamelucos para acabar desapareciendo. La tradición de la caballería espiritual la volvemos a encontrar en uno de los cuerpos de infantería de monjes-soldados más conocidos del mundo árabe, los jenízaros. Organizados en una época en la que toda Europa prevalecía el reclutamiento feudal. La creación de este cuerpo se debe al Sultán otomano Murat I (1359-1389), aunque la figura espiritual que la inspiró fue el santo Haxi Bektach Veli, volvemos a encontrar aquí los colores blanco y rojo utilizados por el temple y los assacis, utilizaban el vestido blanco y un bonete rojo, ser jenízaro exigía la obediencia absoluta a las órdenes de los jefes y oficiales; unión perfecta entre todos los miembros del cuerpo; aceptación alegre de una vida sencilla y adusta, entrenamiento militar; acatamiento de las normas de la orden religiosa de los "bektachís".

Además no podían casarse, gastar barba, vivir fuera de sus cuarteles, ejercer ningún oficio, beber vino ni practicar juegos de azar. Según Ahmet Cevat Bey practicaban un misticismo encendido: " Somos creyentes (…), ofrecemos nuestra vida por esta creencia (…), estamos embriagados de toda la eternidad (…), ofrecemos nuestra vida por esta creencia (…), estamos embriagados en la luz divina (…), formamos, en este mundo, una legión siempre en éxtasis ante la grandeza de Dios". Si repasamos el capitulo IV "De la Excelencia de la Nueva Milicia" de San Bernardo titulado "De la vida que tienen los caballeros templarios" vemos las grandes semejanzas, aunque en este caso el Temple es anterior a la creación de los jenízaros, dice: " Se va y se viene al primer signo de la voluntad del que manda, se viste de lo que se da y no se osa buscar en otra parte ni el vestido ni el alimento...; sin mujeres y sin hijos,…moran todos juntos en una misma casa, sin propiedad alguna particular…Una palabra insolente, una acción inútil, una risa inmoderada…, no quedan jamás sin castigo. El juego de ajedrez y de los dados se detesta aquí…" Y en él capitulo XIII "De Betania" San Bernardo enciende la fe del caballero exhortando a decir con el profeta: "El Señor es mi fuerza, mi refugio y mi libertador". Y también: " No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre, da la gloria". Pero los tiempos cambian y los jenízaros también. A lo largo del siglo XVII, los jenízaros pierden sus doctrinas originales, sus cualidades de sobriedad y obediencia, se convierten en elementos de agitación y inestabilidad social; desde la muerte de Murat IV en 1640, el cuerpo protagonizó varios motines sangrientos contra visires y sultanes. Desde 1648 a 1687, los jenízaros cometen toda clase de rebeliones y pillajes por conseguir un aumento de paga de los sultanes.

En junio de 1826 el gobierno turco abolió el cuerpo de jenízaros. Si observamos con cierto detenimiento veremos ciertas concordancias entre los templarios, assacis y jenízaros. 1ª. Son ordenes creadas o inspiradas por un santo o iniciado espiritual: San Bernardo, El Sheikh-al-Djebal, Suhrawardi o Haxi Bektach Veli. 2ª. Cierta similitud en sus doctrinas. 3ª. La utilización de los colores blanco y rojo en sus hábitos o mantos. 4ª . Son los "Guardianes de Tierra Santa". Estos guardianes y caballeros de Oriente defienden la "Tierra de los Santos", "Tierra Santa" (el centro supremo) en tres lugares que podríamos definir como "Centros Sagrados" de la Tradición, como son: el Cairo, Jerusalén y Constantinopla (actual Estambul). Nosotros creemos que estos lugares albergaban lo que René Guenón denominaba como "centros subordinados". Y posiblemente podamos entrever el misterio del origen del Temple si lo analizamos desde este punto de vista.

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