Moment of Christ - The Path of Meditation -
John Main,OSB
Hay un fuerte sentir entre nuestra gente, es más, creo que es una muy fuerte necesidad
de recuperar la dimensión espiritual de nuestras vidas. Hay una sensación de que si
no recuperamos nuestra dimensión espiritual entonces podríamos perder el control de
nuestras vidas. Para poder dar respuesta a esta sensación debemos entender
claramente que al comprometernos con nuestros valores espirituales no estamos
rechazando las cosas ordinarias de la vida. De hecho, todo lo contrario es verdad. El
compromiso a la realidad espiritual es también un compromiso a la realidad y esto nos
lleva por un camino para apreciar lo maravilloso de la vida. Esto es un camino que nos
permite comprender el misterio extraordinario de la vida misma, el secreto escondido
de la vida que nos excita verdaderamente.
Al entrar en este camino espiritual nos permitimos hacer un viaje de descubrimiento.
Es ciertamente, en mi experiencia, que si tomas el camino de la meditación con este
compromiso de entrar profundamente en el interior de tu vida escondida, entonces
cada día se te irán revelando nuevas dimensiones de la vida y además irás teniendo una
mejor comprensión de ella.
Con el fin de tomar este camino espiritual, debemos aprender a estar en silencio. Lo
que se requiere de nosotros es un viaje al silencio profundo. Parte del problema de la
debilidad de la religión de nuestros tiempos es que la religión utiliza palabras para sus
oraciones y rituales, pero esas palabras deben estar cargadas de significado y
además, suficiente significado, para entonces poder mover nuestros corazones, para
motivarnos en nuevas direcciones y para cambiar nuestra vida. Solo pueden estar
cargadas de suficiente significado si surgen del espíritu y el espíritu requiere de
silencio.
Todos requerimos utilizar las palabras, pero para poder usarlas con poder, debemos
entonces estar en silencio. Todos necesitamos de la religión, todos necesitamos del
Espíritu. La meditación es el camino al silencio porque es un camino de silencio. Es el
camino del mantra, la palabra que nos lleva al silencio y que finalmente llena todas las
palabras con significado.
Ahora bien, no debemos ser demasiado abstractos sobre esto. Sabemos que podemos
llegar a conocer a otra persona de una forma más profunda en el silencio. El estar en
silencio con otra persona es una expresión profunda de fe y de confianza, y esto ocurre
cuando nos sentimos en confianza. Es cuando no nos sentimos en confianza nos
lanzamos a la plática. El poder estar en silencio con otra persona significa poder estar
realmente con esa persona. No hay nada tan poderoso para crear confianza mutua
entre dos personas que el silencio, que es sencillamente creativo. Nada revela lo in-
auténtico tan dramáticamente como el silencio que no es creativo y que crea miedo.
Estas son las palabras de San Pablo a los Efesios, y están llenas con el poder del
silencio:
“Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en
el cielo y en la tierra. Le pido que por medio del Espíritu y con el poder que procede de
sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser para que por fe
Cristo habite en sus corazones”. (Efesios 3: 14-16).
Las palabras que usemos para poder comunicar el mensaje Cristiano en la experiencia
Cristiana, deben estar cargadas de fuerza y de poder, pero solo pueden estar cargadas
de fuerza y de poder si surgen del silencio del Espíritu de nuestro ser interno. Aprender
a decir tu mantra, renunciar a otras palabras, ideas, imaginación y fantasías, es
aprender a entrar a la presencia del Espíritu que vive en tu corazón interno, que habita
en el amor. El Espíritu de Dios vive en nuestros corazones en silencio, y es en humildad
y fe que debemos entrar a esta presencia del silencio. San Pablo termina este texto a
los Efesios con estas palabras: “...que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro
conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario